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- COLOSSUM [PRIMERA PARTE]
Posted by : esto no es un blogger
martes, 20 de enero de 2015
COMENTARIO
hola a todos aquellos que nos leen, esta vez vengo a traerles una lectura que me ha gustado un poco, su nombre es COLOSSUM, espero que les guste, esta es solo la primera parte de las historia, si les gusta traducire despues el resto, espero que la disfruten.
CAPITULO 1: LA CONFESION
Son las 5 a.m., no he podido dormir, aún tengo esas palabras
zumbando por mi cabeza, realmente fue verdad lo que me dijo, serán ciertas sus
palabras, escribo estas cartas para aquel que pueda encontrarlas, mi nombre es
Will Doones, soy el párroco de un pequeño pueblo en Quebec, Canadá, llamado
OnesVille, comencé mi profesión en este pueblo hace 15 años, era un lugar
tranquilo y podría olvidar.
Mi relato comienza la mañana del día 7 de septiembre, era
temprano, recuerdo haber terminado mi café poco antes de que el llegara, se había
mudado hacia poco al pueblo y aun así muchos habitantes ya le conocían, lo vi
unas cuantas veces, no parecía un hombre religioso, aun así me saludaba amablemente,
y su compañera también parecía agradable, siempre me ha gustado su sonrisa, que
nunca se la negó a nadie. Esa mañana llego el, se me presento como Nicolas Baldrei,
me dijo que el era de Colombia, aunque sus padres eran canadienses hasta ese
mismo año el puedo ver Canadá junto a su novia Marianne Martínez, que también era
colombiana, ambos habían deseado venir a este país para pasar sus vidas y hacia
unos meses lo consiguieron, el me pidió que si su boda se pudiera efectuar en
mi iglesia, que los dos les gustaba mucho el lugar y quería que fuera aquí, yo accedí
sin ninguna protesta, aunque me perecía extraño hacerlo en un lugar tan lejos
de donde ellos crecieron; decidí mostrarle la iglesia para que la viera un poco
y el sonriendo dijo que sí.
Al final del recorrido le pregunte que si le había gustado
el lugar, él me dijo que si, que le encantaba, pero que antes de cualquier
cosa, él quería confesarse, quería liberarse de todo el peso que le atormentaba
(en ese momento me impresione de esas palabras, a que se refería con liberarse
de todo el peso que le atormentaba, seria algún delito o algo por el estilo y también
porque confiar en mí, porque me trata como alguien de confianza), me despedí de
él estrechándole la mano y él me dijo que regresaría a las 3 de la tarde de ese
mismo día, como no tendría nada más que hacer un lunes le dije que si, después de
que se marchó decidí ir a prepararme algo de comer, faltaban 4 horas para
escuchar lo que sería la mayor broma de su vida o tal vez la más grande revelación
para la mía.
Eran las tres y cuarto de la tarde y el aun no llegaba, yo
estaba sentado en el banco más cercano al confesionario, tomando una taza de té
fría, de pronto el llego, un poco sudado, se notaba que había estado corriendo,
posiblemente para llegar a tiempo para su confesión. Me pidió disculpas, solo
le dije que estaba bien que no pasaba nada, que yo estaba entretenido tomando
mi te, él se rio y entro en el confesionario, me di cuenta de que tenía prisa, así
de que entre también.
-Nicolas: “Padre, me gustaría decirle que no soy un hombre
muy religioso que digamos, hago esto más que nada porque necesito hablar con
alguien y usted es la única persona a la que le puedo decir todo sin ocultar
nada”- dijo un poco cansado.
-“No te preocupes hijo, estoy aquí para escuchar los pecados
y arrepentimientos del hombre y llevármelos a la tumba, dime que te aflige”- le
conteste mientras sonreía.
-Nicolas: ”padre, lo que le voy a contar no es necesario que
lo crea, solo que lo escuche, desde joven siempre he sido alguien muy tranquilo
y calmado, tenía unos cuantos amigos en el colegio, no eran muchos pero podíamos
confiar los unos en los otros, todo cambio cuando llegue a la universidad”.
-“¿acaso todo empeoro?”- le pregunte un poco preocupado.
-Nicolas: “no padre, conseguí nuevos amigos y al poco tiempo
conocí a Marianne, mis notas no eran las mejores pero se mantenían estables, vivía
como en una casa de ambiente familiar, en otras palabras todo marchaba viento
en popa”.
-“entonces de que te puedes quejar”-dije entre risas.
-Nicolas: “de esos sueños padre, a veces podía ver paisajes increíbles,
llanuras que solo podríamos imaginar, ríos de colores que parecían fuera de
este mundo, ciudades que solo podríamos ver en películas y cuentos de ciencia ficción,
lugares que hacían que el alma se sobresaltase de la impresión, pero…”.
-“¿pero qué Nicolas?”-pregunte.
-Nicolas: ”otras veces, observaba eventos desastrosos,
mundos bañados en fuego y gritos de desesperación y clamando ayuda, podía observar
bolas de fuego cayendo del cielo, destruyendo todo lo que tocaban, desde
montañas hasta ciudades, podía observar como se calcinaban hasta los huesos los
habitantes de estas civilizaciones, como madres abrazaban a sus hijos para que
estos no murieran solos y al final de esos sueños solo escuchaba una voz que decía,
capitán lo necesitamos, capitán, ¡CAPITAN¡”.
-“… eeehhh, no sabría que decir”- le comente un poco
confundido- “¿estos sueños se presentaban muy seguidos Nicolas?”.
-Nicolas: “Durante un tiempo se presentaban de vez en
cuando, pero con el pasar de las semanas, comenzó a hacerse más y más persistente
hasta llegar a un punto en el que venían a mi cada noche, eran aleatorios, una
semana podían ser de aquellos que te alegraban el alma y al día siguiente podían
ser aquellos llenos de destrucción y muerte”.
-“¿tenías algún tipo de problemas durante ese tiempo?”- le
pregunte-“discutías con Marianne o algo así?”.
-Nicolas: “ella y yo casi nunca nos peleamos padre, y tampoco se me presentaban muchos problemas
durante ese entonces, tenía una vida normal si no fueran por esos sueños,
llegaba a la universidad temprano, no presentaba problemas con profesores ni
tampoco discutía con ningún compañero, los sueños se presentaban ante mí de
cualquier manera”.
En ese momento solo pensé en que tal vez el intentaba buscar
una explicación a esos sueños, a una experiencia de la que nunca pudo
comprender por completo, ya varias personas me habían llegado con situaciones
parecidas, como el señor Smith, quien aseguraba escuchar en sueños la voz de su
madre, o la señora Laurence, quien creía ver el futuro cuando tomaba su sueño
de las dos de la tarde.
-“¿Cómo desaparecieron esos sueños?”-le pregunte con
intriga.
-Nicolas: “padre, esta es la parte en la que quiero que
tenga mucha discreción, ese fue el momento cuando mi mundo dio un giro de 180
grados, en ese momento me di cuenta de que mi vida no sería nunca como antes,
fue cuando entendí porque me llamaban en mis sueños capitán”.
-“¿acaso un barco le llego a su casa?” – le pregunte en
forma de broma.
-Nicolas: “Jajajajaja, ojala padre, fue cuando la noche de sábado
del 2010, mientras estábamos Marianne y yo comiendo en un centro comercial, una explosión se presentó en el
edificio en el que nos encontrábamos, y pudimos observar como el mismo colapso encima
de nosotros”.
-“¡Santo dios!, ¿cómo sobrevivieron a eso?” – pregunte exaltado.
-Nicolas: “Al principio estaba un poco aturdido, apenas pude
recobrar el sentido comencé a buscar a Marianne, estaba acostada al lado mío, inconsciente,
decidí despertarla para saber si ella estaba bien, apenas me dijo que todo
andaba bien, comencé a mirar a mi alrededor, me di cuenta de que ni siquiera estábamos
en el centro comercial, era una habitación un poco grande con tres tubos en el
centro de ella, de repente entraron dos
hombres grandes con capuchas y máscaras en la cabeza, parecía que tenían un
uniforme militar, agarraron a Marianne fuerte de la mano y le dijeron que si no
ponía resistencia todo estaría bien, le rogué que se calmara no quería de que nada
malo le sucediera a ella, así que acepto.”
“Nos llevaron hasta una habitación enorme, allí se
encontraban muchas personas todas ellas tenían el mismo uniforme pero podía ver
que diferían de color, algunos lo tenían negro, otros rojo, y uno que otro
azul. Entonces alguien entro a la habitación, también tenía capucha y mascara
en la cabeza, se acerco a nosotros y dijo:”
-Desconocido: “bienvenido mon capitán,
su nave y su tripulación le han estado esperando, esperamos de que todo sea de
su agrado para usted y la querida señorita que le acompaña”.
-Nicolas: “¿Quién es usted?, ¿Dónde
estamos?”.
-Desconocido: “este es el Andrómeda
señor Nicolas, la nave más rápida que la humanidad alguna vez haya visto en su
historia y con respecto a donde estamos”- sonrió como si hubiera estado
esperando a que yo hiciera esa pregunta- “¡habrán las ventanas delanteras!”-
grito con mucha emoción.
-Nicolas: “en ese momento entendí algo padre, las personas
en esa habitación no estaban actuando como locas, ellas estaban locas, pero cuando la protección de las ventas se
retiraron entendí porque lo estaban, en ese momento pude observar algo que yo
pensaba que era algo que muy pocos podían ver, algo que solo unas cuantas
personas en nuestra historia observaron, pude ver la tierra en todo su esplendor,
de una vez comprendí que estaba en un gran problema, y por la forma en como me
hablaba aquel hombre, Marianne estaba atrapada en ese lio también por mi culpa”.
-Desconocido: “que opina mon capitán,
¿le agrada la estación Andrómeda?”- pregunto mientras se quitaba la capucha y
la máscara, a los pocos segundos el resto de las personas que se encontraban hay
se comenzaron a quitar eso también.
-Nicolas: “pude observar a todo tipo de seres, desde hombres
grandes con facciones en la cara que les hacían parecerse como perros, hasta
personas muy parecidas a terrícolas con la diferencia de colores de piel como
gris o verde, incluso pude ver a otros seres humanos en ese momento”.
- “¿esto es una broma señor Nicolas?, acaso ¿usted me quiere
ver la cara de tonto?- le respondí ofendido.
-Nicolas: “No lo sé, usted lo sabe mejor que yo señor sub capitán
Will Doones, fue usted quien me pregunto si me gustaba la nave y déjeme decirle
de que no, era muy gris para mi gusto”.
En ese momento, el deslizo un aparato plateado debajo de la
puerta del confesionario, de repente un tipo de holograma ilumino el lugar. Con
la boca abierta y con sudor en todo mi cuerpo pude contemplar mi imagen, con
varios de mis datos personales, como peso y altura; hasta mi comida preferida,
era yo con un uniforme que nunca antes había visto en mi vida y un corte de
cabello que me quedaba realmente mal. Solo pude decir:
-“ debería matar a quien me puso el cabello así”.
-Nicolas: “yo también pensé eso cuando lo vi por primera vez
Will”.